Desde pequeño me ha llamado la atención la
música, posiblemente sea gracias a mi madre, la cual me llevaba a todos los
pasacalles de la banda de música que se hacían en el pueblo, en los que ella
participaba activamente con su clarinete. Pronto empezaría a formarme en la
escuela de música de la banda para continuar en el conservatorio, estudiar el
grado elemental y posteriormente el grado profesional en la especialidad de
trompa.
Fue en esta época, el tercer ciclo de grado
profesional, durante la cual obtuve mayores experiencias musicales que
decantarían mi futuro. Por un lado tenia la práctica, la vivida en una joven
orquesta de Valencia ¡Era la primera vez que tocaba con una orquesta de cuerda!
Además, en mi primer concierto, se interpretó la misa de réquiem para solistas,
coro y orquesta en Fa menor de Salvador Giner Vidal en el Palau de la Música de Valencia. Aquellas sensaciones fueron
geniales, tenía claro que quería dedicarme a la música como intérprete, pero
esta idea pronto empezó a tambalearse. Empecé a descubrir el otro lado de la
música, su historia, la teoría, me apasionaba leer sobre los compositores
románticos. A este hecho se le añadió el aprendizaje de la armonía, entendida
como el juego de entrelazar hilos para la composición de un tejido y pronto me
sume a esta labor e inicie los diseños de mis propias telas.
Así pues, estas experiencias teóricas fueron la consecuencia de estudiar Musicología, especialmente la histórica. La idea de ser interprete ya no era mi principal objetivo, se vio cambiado por una forma diferente de entender la música y emprendí mi camino dentro de la Musicología en el Conservatorio superior “Oscar Esplá” de Alicante, por el cual anduve durante estos tres últimos años aunque con algún desvío, como la realización de las pruebas de composición al Conservatoire National Supérieur Musique et Danse de Lyon. Lamentablemente, pese a pasar las pruebas de selección, no entré pero hoy en día me encuentro muy feliz estudiando Musicología en la ESMUC.
Así pues, estas experiencias teóricas fueron la consecuencia de estudiar Musicología, especialmente la histórica. La idea de ser interprete ya no era mi principal objetivo, se vio cambiado por una forma diferente de entender la música y emprendí mi camino dentro de la Musicología en el Conservatorio superior “Oscar Esplá” de Alicante, por el cual anduve durante estos tres últimos años aunque con algún desvío, como la realización de las pruebas de composición al Conservatoire National Supérieur Musique et Danse de Lyon. Lamentablemente, pese a pasar las pruebas de selección, no entré pero hoy en día me encuentro muy feliz estudiando Musicología en la ESMUC.
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