Por fin, tras una larga espera, ha llegado el 25 de abril
del 2015 y la ciudad de Alcoy (Valencia) muestra sus calles resplandecientes.
Son las 10.30 horas, acaba de empezar la entrada de los “cristianos” y ya
estamos todos sentados en nuestras respectivas localidades que ocupan las
aceras de ambas partes de la calle San Nicolás. A lo lejos empezamos a ver los
estandartes de las diferentes comparsas con sus escuadras, ballets, carrozas, etc. también, con un poco de esfuerzo debido al
murmullo de la gente, se pueden escuchar los instrumentos de percusión con sus
respectivas bandas de música acercándose. Pasados unos minutos empiezan a pasar
delante de nosotros, es el capitán cristiano con sus más de 100 músicos interpretando
una pieza para coro y banda, en estos momentos la banda no suena mucho por eso
la gente que desfila aminora el paso esperando a las típicas entradas
triunfales de los metales. De pronto, la banda al completo estalla en un
tremendo estruendo, la percusión se vuelve atolondrada, los metales producen
fuertes sonidos con un color muy brillante y las maderas tocan una cantidad de
notas considerable. Las diferentes escuadras, al oír la banda, retoman su paso firme bajo la orden de sus
cabos y finalmente la banda de música con un paso unísono rebasa nuestra posición
pudiendo establecer a su paso, las diferencias acústicas de los instrumentos.
Son casi las 17’00 horas, esta apunto de emprender la
entrada de los “moros” y comienzan los ensayos de última hora pero no hay mucho
tiempo. Los organizadores dan la señal para que la percusión asome, mientras
suenan las primeras notas nosotros formamos. El proceso de formación es un poco
caótica ya que somos mas de 60 miembros pero al final surge una formación dispuesta
en diez filas de seis y comenzamos a caminar.
Tras previo aviso, los platos dan la entrada y asoman las
primeras melodías. Como es habitual las primeras melodías están escritas con
matices fuertes. Justo detrás de mi llevo a las trompetas, delante a los
trombones y al lado a mis compañeros trompistas por lo que durante los periodos
fuertes estaré sometido a gran presión acústica. Conforme avanza la entrada,
vas bajando la calle San Nicólas bajo una insistente lluvia de confeti, empieza
a asomar la plaza del ayuntamiento con su falso castillo (donde se realizan las
representaciones teatrales) y es en ese justo momento cuando la mayoría de
músicos se regocijan al compás de las composiciones creadas implícitamente para
la fiesta de moros y cristianos.
0 comentaris