Ad Vesperas Ludovici Regis Franciae 

Antifonaire des Invalides, 1682.

Ensemble Organum – Marcel Pérès. 

                Sonidos y devociones perdidas. Lo que nos queda son improntas de voces en páginas viejas. En manchones de tinta. Aliento convertido en trazo.  Contra las caracterizaciones sonoras heredadas, el Ensemble Organum lanza un disco que reforma nuestra memoria ficticia. El siglo XVII nunca nos sonó tan austero. Ni tan rico. La parca espiritualidad de estas vísperas no nos recuerdan a Luis XIV. Un sabio ataque contra nuestros prejuicios.  

                La reconstrucción de esta hora del oficio divino tiene tres pilares. El primero es el Antifonaire des invalides de 1682, un bello manuscrito confeccionado en el Hospicio de los Inválidos, institución fundada por Luis XIV, famosa por sus elaboraciones de libros decorados con gran lujo. El antifonario contiene la música de festividades religiosas más importantes, entre ellas la del patrono del Hospicio, San Luis. Son suyas estas vísperas redivivas.

                Sin embargo no es la herencia gregoriana la que resuma en los cantos del oficio dedicado a este santo. Se trata de composiciones hechas ex profeso, dentro de una época de turbulentas discusiones sobre el canto eclesiástico. La Editio Medicea, como sus implicadas reformas, había sido mal acogida en Francia. El clero no dilató en crear un nuevo canto, que pretendía de alguna forma recuperar el legado medieval de la liturgia francesa, aquel conocido como canto neo-galicano.   

                El segundo pilar está en los Faux-bourdons parisiens, un volumen que duerme (o dormía) en la Bibliothèque inguimbertine de Carpentras. Estos reflejan una práctica antiquísima de embellecimiento del canto llano, que seguía vigente incluso entonces, a pesar de los Lully y los Charpentier.  Las armonías andan reposadas, meditativas, como catedrales de antiguas consonancias.

                Por último, un pilar se erige en la improvisación. Pérès improvisa los versículos de los salmos para tocar in alternatim con el canto llano, reviviendo así además la misma práctica que muy seguramente habría tenido lugar en aquellas liturgias, para las que “barroco” es un simple apelativo.  

                La producción no es solamente un elogio al oído, ni sólo un bálsamo a la emoción, sino también una ofrenda de rigor musicológico. Calidad artística, propuesta discográfica de interés y exigencia documental. No se puede pedir más.  

Ficha técnica:

Ad vesperas Sancti Ludovici Regis Franciae.
Ensemble Organum, Marcel Pérès (dir.)
Abroise/Naïve (AMB9982), 2005.