Emotividad y juventud, la Esmuc apuesta alto. Estudiantes y profesores y participantes de la música en Cataluña en el acto de celebración del 15º aniversario de la Escuela
By Antoni - de maig 08, 2017
Ya
lo dijo el director de la Escuela, a modo de bienvenida, con
seguridad y elocuencia, momentos antes del concierto. Esta escuela
apuesta por la diversidad de estilos, por la música contemporánea,
y por la amplitud y transversalidad de los estudios dentro de una
escuela con una joven historia.
Y es que, como no, en la primera obra ya teníamos un buen ejemplo de
fusión de estilos en una más que brillante mixtura de formación de
instrumentos de diferentes ramas. El talentoso profesor de la
escuela, Joan Díaz, se lució destapando el concierto con un
conjunto de guitarra flamenca, "cobla" catalana y cuarteto
de jazz en una obra llamada “Encontres”, que fue planteada con
serenidad y coherencia a pesar de la particularidad de la formación,
Desde
luego, la interpretación del guitarrista fue magistral. Supo
desenvolverse con soltura y oficio, demostrando seguridad y talento,
tanto en la parte virtuosística, como en la parte más melódica y
emotiva de la obra, en la que el joven fuera de serie supo atrapar al
público sin posibilidad alguna de resistencia.
El plato fuerte llegó con la segunda obra, del compositor Bernat
Vivancos, dirigida por Lorenzo Ferrándiz. Desde el inicio, ya
atrapaba la atención manteniendo una tensión agradable, como un
masaje de frío y calor. Se impuso la brillantez de la técnica
orquestal por encima del virtuosismo individual, donde los
interpretes respondieron con seguridad y firmeza a una obra, sin duda
alguna, más que compleja. Con un final sublime tanto por la calidad
de la obra como por la de los interpretes.
Ferrandiz
volvió a demostrar al frente de la orquesta de la Esmuc su talento y
carismºa para encajar con las orquestas jóvenes, y
transmitir con ilusión contagiosa frescura, energía y vitalidad.
En la segunda parte y para finalizar
sorprendieron los profesores del departamento de jazz de la escuela,
con una más que notable composición conjunta basada en el bestiario
de “Pere Quart”.
Volvían a aparecer una fusión de unos
pocos instrumentos tradicionales catalanes, orquesta clásica,
quinteto de jazz, y solistas vocales. Está vez, si bien es verdad,
que en cuanto a la emotividad, no venia relegada exclusivamente a los
solistas vocales, pero si que el no destacarlos seria no hacerles
justicia.
El auditorio de Barcelona vibró el
pasado domingo con enérgico entusiasmo. Quedó claro que cualquier
concierto de la Esmuc puede hacernos sentir y llevar por emociones,
Una escuela en estado de gracia, prometedora y que está en el mapa
de las mejores escuelas de hoy en día, en fin, sobran comentarios.
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